15. Playa de Tamarit (Tarragona)
Quizás te suene porque el futbolista Iniesta se casó en el castillo que corona uno de sus extremos, pero la playa de Tamarit es mucho más que un arenal pegado a una fortaleza medieval. Este rincón de postal es ideal para darse un baño, para tostarse al sol, para disfrutar del _dolce far niente _y, por supuesto, para enamorarse de uno de los rincones con más encanto de la Costa Dorada. Si no nos crees sólo tienes que ir. A la vuelta, ya nos lo cuentas.
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