Santuario de la Salud.
La Garrotxa, tierra de volcanes, es una comarca donde es fácil disfrutar de la naturaleza. En el corazón de esta tierra, concretamente en Sant Feliu y Pallerols, encontramos el santuario de la Salud que está situado a unos 1,000 metros de altitud y nos ofrece unas vistas espectaculares del valle de Bas, el Canigó, el valle de Hostoles y hasta el Golfo de Roses.
Dice la historia que de este santuario en brotaban aguas curativas milagrosas y por este motivo lo llamaron el santuario de la Salud. Hoy día, podemos hacer salud para subir ya que se puede acceder en coche pero si sois amantes de la naturaleza y de las caminatas por la montaña os recomiendo que lo hagáis caminando y disfrutando de los bosques y caminos que te llevarán, por ejemplo desde Sant Esteve d’en Bas. Una vez arriba, para recuperarnos del esfuerzo encontraremos un bar-restaurante donde poder beber y comer con unas vistas privilegiadas de todo el entorno. Por otra parte, también dispone de una hospedería por si preferimos quedarnos a dormir. Es uno de esos lugares que cuando llegas sonríes y suspiras hipnotizado observando durante un largo rato el paisaje que tienes a tus pies
Congost del Mont-Rebei.
Uno de nuestros rincones favoritos de Cataluña es el Congost de Mont-rebei, un desfiladero creado por el río Noguera Ribagorçana a su paso por la Sierra del Montsec entre las provincias de Lleida y Huesca. Este lugar ha ido adquiriendo fama en los últimos años, pero aún sigue siendo uno de los tesoros naturales menos conocidos de nuestro territorio. En el verano de 2015 lo visitamos por primera vez con unos amigos y quedamos tan fascinados que volvimos aquel mismo invierno con la familia para sorprenderles. En cada época tiene su encanto, pero en cualquier momento del año fascina ver esos enormes riscos de hasta 500 metros alzarse sobre el río. Eso sí, para disfrutar de las vistas hay que ganarse el premio. No es que sea muy complicado, pero la excursión básica es de 3,5km (ida) y no es muy indicada para gente con vértigo, ya que además hay que cruzar un puente colgante.
En todo caso, el esfuerzo es mínimo si se tiene en cuenta la fantástica recompensa. Además, en la temporada primavera-verano es un lugar perfecto para practicar kayak. En definitiva, un rincón ideal para pasar una mañana entera en un entorno natural único y uno de los lugares más bonitos de Cataluña.
Vall de Boí.
Formado por el río Noguera de Tor en su discurrir desde el Estany de Cavallers hasta su encuentro con el Noguera Ribagorzana, Vall de Boí conjuga de manera perfecta sus apreciables valores paisajísticos con un no menos destacado patrimonio monumental. En su cabecera diversas cumbres alcanzan los tres mil metros de altura, entre ellas algunas de las que rodean el circo de Caldes de Boí. Desde este lugar, donde existe un balneario de origen romano, el río circula aguas abajo atravesando puntos de extrema belleza. A lo largo de su curso se encuentran diversos núcleos de población, que, debido al hecho de estar casi incomunicados en el pasado, han sabido mantener todo su aroma popular, destacando sus excepcionales iglesias románicas. Fueron éstas construidas en su mayoría entre los siglos XI y XIII y nueve de ellas están protegidas por la UNESCO bajo la denominación de Patrimonio de la Humanidad.
La Pedrera.
Para mí hablar de modernismo es hablar de Gaudí. Desde que era bien jovencito me interesé por su obra; por eso cuando visitamos Barcelona hace un par de años no dudamos en visitar una de sus obras más emblemáticas: La Pedrera.
Construida entre 1906 y 1912 la Casa Milá es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1984 y actualmente es la sede de la Fundación La Pedrera y es todo un referente cultural.
El edificio consta de 6 plantas que se articulan a través de dos patios interiores y un sótano, y 3 fachadas onduladas que evocan a la naturaleza.
El piso visitable está como cuando estaba habitado, con algunos muebles diseñados por el mismo Gaudí (que incluso diseñó los picaportes de las puertas realizados en bronce). Pero lo que más nos gustó fueron las terrazas superiores. Son una maravilla con sus características chimeneas que emulan cabezas de guerreros cubiertas por yelmos y sus múltiples recovecos y túneles.
Además de eso podréis visitar el desván en el que encontraréis diferentes maquetas y miniaturas y distinguir a la perfección su diseño de arcos telescópicos.
Sin lugar dudas y en nuestra opinión es una de las visitas imprescindibles de Barcelona
El pantano de Sant Antoni.
Uno de los lugares más bonitos de Catalunya es el pantano de Sant Antoni, conocido por los locales como “el lago”. El pantano de Sant Antoni está en la comarca del Pallars Jussà y tiene una gran extensión que va desde Tremp hasta la Pobla de Segur.
La mejor época para visitarlo es en verano ya que el pantano está preparado en diferentes puntos para el baño. Nuestro lugar preferido para bañarnos es el chiringuito de la Pobla ya que está habilitado en forma de playa con un chiringuito que prestan kayaks por 3€/h. Es un lugar ideal para bañarse si vas con niños.
Otros buenos lugares para el baño en el Lago son “el Piolet” (Salàs) y el camping Gasset (cerca de Tremp) en el que si vas solo al Lago no tienes que pagar.
El pantano de Sant Antoni es una de las joyas por las que pasa el histórico “tren de los lagos” que cubre la ruta de Lleida hasta la Pobla de Segur. Podéis coger este tren para hacer la ruta panorámica completa por los lagos de Lleida pero si os queréis bañar, es mejor ir en vehículo propio porque los puntos de los que hablamos están algo retirados para ir andando desde los pueblos.
Priorat, los paisajes de viñedos más espectaculares de Catalunya.
Si alguien en la actualidad hubiese apostado para la producción de vino por una comarca de áridas tierras, laderas de pizarra y arenisca, posiblemente le hubiesen catalogado de loco. Quizás precisamente es eso lo que hace del Priorat uno de los paisajes de viñedos más espectaculares de Catalunya, ese mismo paraje aislado de la Sierra de Montsant que eligieron un grupo de monjes llegados desde La Provenza allá por el S.XII, constituyendo la primera cartuja de la Península Ibérica (principal visita arqueológica imprescindible) y desarrollando el origen de la actual denominación de origen Priorat que atrae hoy a miles de turistas entendidos en la cata de los mejores vinos.
Realizar una ruta en coche a pocos kilómetros de la afamada Costa Dorada te lleva por carreteras de montañas de infinitas curvas entre profundos cañones, verticales montañas, bonitos valles y pueblos encajados en peñones conquistados de pasado árabe o en los que emergen casas de varias alturas (la conocida Nueva York del Priorat). No hay que dejar de disfrutar de alguna de las catas de sus bodegas, también de D.O. Montsant, o simplemente dejarse evadir por sus Vilella Alta o Baixa, Poboleda, Gratallops, Torroja del Priorat. Morera del Montsant, Siurana, Falset, Cabaçes, Porrera, La Figuera, Capçanes y otros tantos…
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